PRE-HISTORIA

A principios de siglo, allá por el 2003 un chaval de barrio, imberbe (imberbe significa sin barba cabrones, mas estudiar y menos Tik-Tok) por aquel entonces,

¿quién lo diría ahora verdad?

Lo cierto es que desde entonces no se ha afeitado, por eso tiene esa barba a día hoy y lo que entonces era algo mal visto hoy la barba frondosa está de moda.

Mira tú, ha creado tendencia.

Pués con la ropa igual.

Aquel chaval imberbe ya se cosía parches pintados por él mismo en los pantalones y se hacía lanyards con hebillas para la llaves con tiras de mochilas viejas.

Un tipo raro, con apenas 18 años sabía coser.

Algunos se mueren sin haber tocado un hilo (de coser no de Twitter).

Pasaban los años y como quien no quiere la cosa, le dio por pasar sus dibujos al ordenador, una de esas reliquias con Windows 98.

Si Windows para diseños.

Aquí somos más de bocata de panceta que de manzanas mordidas, que le vamos a hacer.

PRIMEROS PASOS

Como nuestro amigo tenía un grupo de música con sus colegas pues les dió (bajo coacción de nuestro amigo barbudo, imberbe por aquel entonces) por hacer camisetas para sacarse unas pelas.

Por lo visto los dibujitos en la ropa molaban y a la gente les gustaron las camisetas y las compraron.

Todas.

Lógicamente hicieron más.

Las volvieron a vender.

Todas.

Lógicamente hicieron más y añadieron sudaderas.

Las volvieron a vender.

Casi todas, las cosas como son.

Poco a poco la cosa se Desmadró.

La gente quería las camisetas del grupo con los dibujitos de nuestro amigo ya con pelusilla en la barba en aquellos tiempos.

Indicar que las redes sociales estaban en pañales, no había smartphones y las ventas se hacían mano a mano y en efectivo, nada de Bizum ni Paypal.

Uno de los miembros del grupo, el que entonces tenía pelazo y hoy está calvorota, que bajo coacción de nuestro amigo imberbe accedió a hacer las camisetas del grupo, con un gran olfato empresarial por cierto, se dió cuenta que ahí tenían un negocio.

Que podían tener su propia marca de ropa.

A lo primero sonaba extraño, no terminaban de verlo.

El amigo  calvorota, montó una tienda online de ropa callejera.

Se adentró en el negocio de la moda, hizo contactos y sentó las bases para crear oficialmente la marca.

Y descubrieron una cosa.

Las marcas no sacaban ropa con el estilo de diseños que ellos sí hacían y vendían.

Estilo  Arrabalero, con esencia a barrio, pero a barrio real, inspirados en tatuajes, en bandas moteras, en graffitis, muy en la onda de lo que llevaba en las calles de Los Ángeles.

 Ahí sí que lo vieron.

Faltaba el nombre.

La genialidad creativa de nuestro amigo imberbe con pelusilla en la cara ya, dió en el clavo.

Reconocer que la película “Sangre por Sangre” tuvo mucho que ver en el nombre.

En una escena de la peli, los protagonistas huyen de la poli en coche  y van gritando:

 “A toda madre o un desmadre”.

Y Justo eso es Desmadre Brand.

Desmadre, locura, diversión, peligro, desenfreno, sexo…

Vida Loka en definitiva.

ACCIÓN

Ya tenían nombre.

El arranque con tres modelos de camisetas fue bien.

Había ilusión.

Pero el mundo de los negocios es otra cosa.

Ya no es lo mismo que vender camisetas del grupo en los conciertos, hay otros muchos elementos a tener en cuenta.

A base de hostias y con un período de reflexión de por medio han ido aprendiendo, mejorando y perfeccionando un modelo de trabajo que se basa en la sostenibilidad y la rentabilidad para la marca y para los clientes.

Con un stock mínimo, fabricando bajo demanda, hace que cada prenda sea tratada de manera única siendo producida para tí, porque sabemos para quién va esa prenda.

Este método de producción tiene dos ventajas:

  1. Ofrecer máxima calidad al mejor precio para los clientes y mayor rentabilidad, que no beneficio, para la marca.
  2. Eliminar la sobreproducción innecesaria para evitar así los daños al medio ambiente que la industria provoca.

Con su propio taller de barrio, y con colaboradores de barrio también, toda la producción se realiza en su barrio, si en su barrio.

Un barrio obrero y multicultural a la fuerza de Parla.

 

ORÍGENES

Parla es, en  definitiva un ARRABAL. 

Llámalo favela, poblado, chabolas, ghetto, extrarradio, cuadra…

O como se le diga de donde seas. 

La palabra ARRABAL encaja  con cualquier  lugar mencionado. 

Y así somos y de allí venimos. 

Los arrabales son nuestra cuna y nuestro medio. 

De hecho, nuestra nueva mascota se basa en el gato arrabalero por excelencia:

Thomas O’Malley, el gato arrabalero de la famosa película, eso sí, adaptado a nuestros tiempos.

Un poco más cabrón, seamos sinceros.

Somos del sur de Madrid. 

Somos gatos y de ARRABAL. 

Trabajamos a pico y pala… Y esos son nuestros credos, un pico, una pala y el gato arrabalero.

Por qué Madrid es el mundo (si, sin playa, nadie es perfecto) y como dijo aquel… El mundo es un barrio.

Parla es famosa por el refrán “a mamarla a Parla” (ojalá), por Javier Catillejo “El linze”

campeón del mundo de boxeo y por el tranvía fraudulento del alcalde que hace que seamos

una de las localidades con más deudas de España.

Lo que decimos, Vida Loka en definitiva.

Con todo esto y con una imagen renovada en este 2023 volvemos con nuevas colecciones más una línea básica all time para los más clásicos.

Desmadre Brand, la marca de ropa que unos chavales de barrio soñaron para vestir ellos mismos porque nadie la vendía, han llevado la moda callejera a otro nivel.

Ropa Urbana, disponible para todo el mundo pero no apta para todo el mundo.

Todo o nada.

¿Juegas?

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El barbudo

El puto amo de la creatividad. Culpable de todo lo que veis. Donde pone el ojo pone la pluma y lia la de Dios.

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El calvorota

El lobo del South Hill Side. I-responsable de los negocios. Sabe que los dibujitos del barbudo son merecedores de ser lucidos en las y por los mejores prendas